SE VE SE SIENTE LA DICTADURA ESTA PRESENTE.

Pocos, o más bien nadie se podría imaginar que 33 años después de refrendada la constitución, esta sería modificada, para complacer las exigencias del poder financiero y dominante de la carcomida Europa. Impensable que el absolutismo contemporáneo representado por el PP y PSOE, violaría y despreciaría la voluntad popular impidiendo la participación y decisión del pueblo soberano, sobre la CONVENIENCIA de reformar un artículo que consagra la posibilidad del endeudamiento ilimitado del Estado.

Que lleven a efecto esta reforma quienes han arruinado y endeudado a la Nación, resulta espeluznante y bochornoso. Debería de alarmarnos, que unos manirrotos e inmorales gobernantes y políticos, apelen ahora al techo de endeudamiento, para justificar una España en ruina y con opción a compra, y erigirse en salva patrias obscenos y claudicantes, para así cumplir el guión marcado por los acreedores. Con esta conducta, no está en juego el cumplimiento de la estabilidad presupuestaria, ya que técnicamente existen formas de controlar y equilibrar la deuda. Lo que está en juego es el respeto a la ciudadanía impidiendo la consulta popular a esa decisión, llevada a cabo con alevosía y unos meses antes de las elecciones. Lo que no consiguió Tejero, lo hacen posible un grupo de impostores parlamentarios que acallan y secuestran la voluntad del ciudadano a decidir. ES UN ASALTO Y DESPRECIO A LA VOLUNTAD POPULAR.

La genética dictatorial y el autoritarismo de los gobiernos socialista y de sus franquiciados, quedo patente en numerosos actos. Recordemos el asalto del glorioso ejército nacional a las torres de control aéreo y el estado de alarma que decretaron, para contra- restar un desafortunado conflicto laboral. Cuando está agotada la legislatura y un gobierno en retirada, (donde lo que más destaca son los “poses” y gracietas de un ministro, que dormita tras una inyección de euforia.) Unos inmorales parlamentarios se arrogan el poder de la representación popular y muestran el desprecio al pueblo al no acceder a un referéndum.

Estamos sin duda ante la génesis de una dictadura bipartidista. Solo la respuesta popular y un frente común de rechazo permitirán devolver la soberanía al pueblo y recuperar el espíritu y la letra constitucional. Y si la constitución debe de ser reformada en sus articulados, que se lleve a efecto de forma consensuada y con la aprobación del pueblo.

Necesitamos algo más concluyente y efectivo, que una mera reformita constitucional. Necesitamos un Jefe de Estado representativo y que ejerza subsane con rigor y autoridad este desequilibrio de representación. Que aliente a la ciudadanía, que con luz y taquígrafos, trasmita moral y responsabilidad, y no se quede en el consabido discurso navideño. Esto es lo que necesitamos; persona pública que represente y defienda a la Nación dentro y fuera, que nos hable de forma clara y sencilla. De esta forma y manera seremos más respetados y respetuosos.

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