“gilipollez”

Hay noticias, que resaltan por ser algo más serio que una “gilipollez”, que demuestran el modo caprichoso de cierta casta política, tan paleta como egoísta.
Viene lo anterior por la escandalosa decisión de traducir a otras lenguas peninsulares, los discursos de los senadoras/os. Los llamados pinganillos. El caprichito de sus señorías, nos cuesta algo más de 1000 euros diarios. Y todo por satisfacer y cultivar a esa “casta” protegida por el “sistema” que ni tan siquiera se representan a ellos mismos.

Entre esa “parva” de beneficiados, cabe destacar dos ilustres: Leire Pájin que tiene en su haber más de 20.000 euros mensuales. Y la singular Mª de Cospedal, con la estimable cantidad de 240.000 euros anuales… y dato curioso; cobran por esa designación, sin ir por allí, aunque solo sea para saludar. Esto sí es una verdadera alarma social. Y UNA INDECENCIA EN TODA REGLA…

Otra noticia tan alarmante como escandalosa-(pero que no ha tenido el eco esperado) difundida por el Mundo, es el costo en telefonía móvil de los llamados “altos cargos socialistas” la cantidad es; (agárrense fuerte porque no es creíble) de 105 millones de euros. ¿ES POSIBLE? De ser cierto lo anterior, como del disponer de 500 vehículos para su servicio. Esto sí es un estado de alarma y sospecha.

Y vamos con la última, reza así: “La comunidad financiará hasta un 40% del costo de la renovación, del mobiliario y estufas en las terrazas, siempre que la inversión supere los 2.000 euros”. Ello, para habilitar y dar confort a esos espacios para el consumo de tabaco. Es decir hacer negocio con el fumeque. No me extraña el cabreo de las asociaciones de vecinos que, califican esta medida, como la forma de pagar con los impuestos de los ciudadanos, la inversión de los hosteleros. Este es el país de las subvenciones. Y la comunidad de Madrid, esa especie de niña díscola, cursi y atrevida, que juega con la ventaja de tener a la repugnante Caja Madrid para pagar sus caprichitos. Esto también genera un estado de alarmante alarma social.