No se imaginan el mal que están hacienda, a la pretendida creación de “la leyenda de Rodiezmo” y la minería. Hasta el punto de convertirlo en un mal cuento, para bobos. Acertó Zapatero al no ir por esos lares y no tomar parte de una burla, con actores liberaos, sindicatos plenos de subvenciones que ni tan siquiera sirven para adornar la escena, y políticos, cuya carrera no ha sido otra que trepar y reptar en el PSOE, como vulgares MENDIGOS Y VIVIENDO DE LA CARIDAD DEL PARTIDO. El solo hecho de ver al encendido, (DE cándido nada; NI EL NOMBRE LE ACOMPAÑA) líder de UGT, ataviado con pañuelo rojo al cuello, da más la imagen, de patrocinador de chusma tabernaria, y corredor de encierros taurinos, que la de un líder sindical,capaz de encender al personal con un discurso serio consecuente y esa oratoria pulcra y definida,que sirvs de chispa para motivar al personal. Hay que tener preparadas tragaderas y vivir del partido y el sindicato, para aguantar a semejante disparate que representa Cándido.
Alguien se cree que los actores de esa parodia, representan el sentir de los mineros y son portadores de sus inquietudes y amenazas que vive el sector. Lo único que representan es el despilfarro, y la especulación moral, pero sobre todo, lo anterior; las”jugosas” subvenciones que reciben. Y en eso estamos, haciendo valer un sector arruinado, muerto, que pervive de las subvenciones, de esa caridad que el estado les otorga. Y obviamente quienes mejor pueden defender y patrocinar esa filfa, son los jefes de los sindicatos del régimen democrático. Incluidos los liberados líderes de los decadentes sindicatos SOMA-FIA-UGT. Patrocinadores del evento lúdico sindical. Esto, en si mismo, representa un desgarro social, que hay que detener de inmediato.
Seamos sinceros con nosotros mismos, y admitamos con el realismo propio de un país avanzado y serio, que no se puede sostener tantísimas subvenciones. Obremos en consecuencia; reactivando esa comarca dotándolas de medios para que salga del marasmo en que lleva sumida más de un siglo.
Se equivocan quienes pretenden hacer de Rodiezmo y esa fiesta lúdica, sindical y política, en ese pintoresco pueblo leones, un lugar de peregrinación. Donde se dé testimonio de grandeza a la desaparecida minería y la esencia histórica de que dispone. Ni los asistentes políticos, ni sus promotores tienen, el suficiente arraigo, ni saben la realidad de las familias mineras.
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