QUINCE AÑOS Y UN DÍA...

Se cumplen 15 años del secuestro, tortura y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Este asesinato se enlaza con el secuestro de Ortega Lara en el año 1997 en el que ETA cometió 13 asesinatos. Es necesario recordar y de manera especial para quienes en ese 1997 veían la luz, eran niños, o adolescentes en aquella España torturada que asistía doliente a la crueldad de la banda asesina, que se atrevía a chantajear y humillar al Estado.

 Es necesario situarse en aquel escenario de terror 15 años después, para recordar que el consorcio asesino llevaba más de 30 años asesinando impunemente, para que al día de hoy se compartan gestos de solidaridad en su recuerdo., en el recuerdo y memoria de todos los asesinados y víctimas de ETA, para situar a los asesinos donde corresponde y que no solo la historia les juzgue por su barbarie. El secuestro y asesinato de Miguel Ángel asesinado con 29 años, nacido en Ermúa, concejal del P.P en esa localidad hoy tendría 44 años. Su muerte fue ese revulsivo necesario en la ciudadanía gestándose un movimiento ciudadano capaz de crear conciencia colectiva sobre la maldad de ETA. Ello logro aglutinar fuerzas y voces que clamaban a la banda un “Basta Ya”.Como consecuencia de ese tristísimo y fatal desenlace nació el conocido espíritu de Ermúa, impulsándose actos y acciones de colectivos cívicos, que fueron los precursores de una alianza contra ETA desde la sociedad civil. Unas manos impregnadas de color blanco, simbolizan esa más que repulsa a los asesinos y por primera vez la ciudadanía salió a la calle dispuesta a acabar de una vez con esa sin razón y sin sentido del consorcio asesino. 

Multitudinarias manifestaciones en todas las ciudades y pueblos de España llegando a concentrarse más de 6 millones personas, que gritaban a la banda: “Sin pistolas no sois nada”. La pasión, sacrificio y muerte de Miguel como con la otros, ni las voces, ni el clamor popular hicieron desistir al consorcio asesino, que continuo matando, chantajeando y gozando del entramado nacionalista para perpetrar sus crueles actos. Hoy 15 años después, se continúa escribiendo páginas de dolor, golpes difíciles de encajar, como son, que las repugnantes franquicias de ETA tengan identidad democrática y representen la libertad. Ésa libertad que ellos aplicaban con el tiro en la nuca, la extorsión y el secuestro. 

Ahora con más ahínco si cabe debemos reclamar; Dignidad, Justicia, Libertad. Ante un titubeante gobierno. Ni un paso atrás para preservar la memoria de los martirizados por ETA, y el consorcio asesino.