En alguna otra ocasión me he referido al edificio del obispado situado en las calles Almendro, Perate, Sierra. De nuevo reitero mi deseo y denuncia. Que de una vez los servicios dependientes de la iglesia, y labores del obispado se trasladen a las nuevas dependencias de que disponen en la calle Cónsul.
Ya está bien de privilegios y de contemplar el desmedido abuso de que hacen gala los moradores de ese edificio, con aparcamientos a su antojo. Ya está bien con el servilismo municipal, al impedir con coacciones y denuncias que en horas sin actividad, no se permita aparcar ( en ese espacio reservado a ellos), a los vecinos.
Ese edificio desarraigado, obsoleto, muestra de una arquitectura fea y decadente, debe de ser destruido, demolido y concebir con ello un entorno más acogedor y socialmente integrado, creando un espacio más amplio y contribuyendo a realzar los espacios de ocio y disfrute.
Todo lo que no vaya en esa dirección será mantener y conservar algo fuera de tiempo y espacio… Y una cosa debe de quedar clara; servidor no está desdeñando la labor que el obispado realizada en todos sus funciones, archivo diocesano etc.
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