NO EN MI NOMBRE...

Son más de cuarenta años, soportando la incertidumbre y el chantaje del consorcio asesino. Si bien en los últimos años el asesinato no se consuma, no es menos cierto que el Estado Español es rehén de la banda y comparte inquietudes y deseos. Es permanente el desasosiego, que genera y la vileza con que se trata, un problema que llevamos soportando durante tanto tiempo. Y es tal su gravedad, que por su causa se cometieron incalificables actos que llegaron al conocido crimen de Estado.

Los bastardos políticos que dialogan con la banda y se valen del nombre de España, amancebados con el consorcio asesino, alientan a los asesinos y son los que generan expectativas a ese grupo malvado, instalados en las instituciones, y en los más insospechados lugares. Ellos desacreditan al pueblo español, y venden como falsa mercancía, el dialogo. Ellos son los sostenedores del consorcio y sus secuaces.
Cuarenta años son muchos, y de seguir así, serán muchos más. Yo insisto en la necesidad de manifestar nuestro repudio a estas maniobras de la banda y las permanentes mentiras del gobierno, manifestándonos y haciendo oír nuestra voz. Que el recuerdo de nuestras victimas, nos empuje, a no ceder ante el chantaje de unos y soportar la ignominia de unos farsantes correveidile que dicen representar al Estado Español.

Yo que soy el más cateto, el más insignificante de los ciudadanos, demando de quien representa al Estado, a la más alta institución, que acabe con esta farsa y ponga a cada cual en su sitio. De no actuar y seguir así, futuras generaciones seguirán soportando, situaciones similares y un desalentador futuro.

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