España, un régimen y sistema propicio para la corrupción.

Mucho, (pero no lo suficiente) se ha escrito, hablado, y puesto entredicho la credibilidad de los políticos y los partidos que los sustentan. Hasta el punto de definirlos como “casta”. Si bien, son los especuladores del “sistema”, los que se mueven en esa orbita política, quienes tientan a los políticos y formaciones que representan, beneficiándose mutuamente y haciendo “caja”, para sostenerlos, dada la cantidad de dinero que necesitan para subsistir con cierto decoro mediático.

Menos se habla y es “tabú”, el referirse y denunciar a otra “casta” que acumula con creces los vicios, malos hábitos y costumbres de los partidos políticos, sin que tengan que rendir cuentas a nadie, ni nadie que se las pida. Son propensos al fraude, o bien por acción u omisión. Son los “intocables” del régimen., me refiero a la casta “sindical política”.Una maraña de intereses, nada claros, se mueve en esa otra orbita, la sindical, reflejo vivo del “vertical” que inventaron los falsos falangistas. Burócratas al servicio del gobierno, traidores a lo que dicen representar, despilfarradores con arcaicos fundamentos. Apalancados y pegados como lapas a la servidumbre de poder, “liberaos” para dar y tomar, perdidos y ausentes de principios, parecen morir en sus propio vomito, dada su maquinaria, más cercana y parecida a una empresa de servicios contratadas por las administraciones, que el ejercer la noble y necesaria defensa del trabajador. Se ha generado una inmensa nómina de empleados a su servicio que pagamos entre todos, simplemente para adornar al “sistema”, como escribí en otra ocasión son un “pegote” que nos resulta muy caro, en lo económico y tanto más en la moral pública.

Seamos consecuentes y no señalemos a las organizaciones sindicales como únicas culpables. Es el “sistema” y la sociedad que mira para otro lado, son los medios que se aplican, a sabiendas de que son a todas luces, y haciendo un meridiano razonamiento, desproporcionados para la labor que ejercen, lo que representan y los frutos que dispensan a esta sociedad.

Este “sistema” premia al holgazán, al irresponsable, al especulador, a quienes se aprovechan y apropian de lo que les es ajeno. Mientras que desatiende y olvida ha quienes con esfuerzo y tesón, trabajan cada día para subsistir y crear riqueza.

Cerca de 200 millones de euros, es el precio pagado por “el sistema” para engrandecer a CCOO y UGT y tenerlos calladitos,(si bien es mejor que estén así, que como les de por algaradas y sobresaltos lo empeoran) y aplaudiendo todo aquello que beneficia a un gobierno, creador de cerca de 5 millones de parados. Esta cantidad es el porcentaje más alto hasta ahora recibo por quienes representan el sindicalismo Español., y claro; esta representación hay que pagarla y bien. Este dinero sirve para mantener un “orden sindical”, que no alcanza ni el 8 % de afiliación.

Esto me recuerda aquel prefabricado sindicalismo vertical, en el que ni ellos mismos creían.

¿Cuántos puestos de trabajo se pueden crear con esa cantidad de dinero?

¿Cuántas empresas no se habrían cerrado, u aliviado sus cargas sin tener que mendigar por bancos y cajas, si cantidades de esa importancia se destinaran en evitar su desaparición o recurrir a los ERES?

No hay comentarios:

Publicar un comentario