Otro asesinato del consorcio etarra.

El consorcio asesino ha vuelto ha matar. Los pistoleros a su servicio han sumado una victima más en su deleznable carrera hacia ningún lado, excepto la cárcel y la huida como vulgares mendigos. Han asesinado a un servidor del orden, esta vez en Francia, lo cual nos conmociona tanto o más, como si hubiere sido aquí. Unirnos al dolor de sus familias, de la ciudadanía francesa, y juntos, reclamar justicia y derrota sin paliativos de esos vulgares “chorizos”, macarras salidos del más bajo extracto urbano del nacionalismo vasco, hijos de una casta malévola y extorsionadora. Hoy estos rateros asesinos, viven de forma directa el acoso de la policía, guardia civil, policía autónoma , y sienten junto a su cogote, el frío aliento que les delata.

Pero el consorcio no solo son estos asesinos que cumplen el protocolo. También lo son, aquellos que llevados por la ira nacionalista y el desprecio a España y lo que representa, les apoyan y esconden.

Es repúgnate que quienes , negociaron con el consorcio asesino, ahora se fotografíen sacando pecho, y emitan frases tan rimbombantes como “ Los partidos vascos, y no el gobierno central, deben de gestionar el final de ETA”.. Estos que así se expresan, dieron aliento al consorcio, y aquel aliento, es el que hoy les ha servido para matar, vendieron la negociación como una salida honrosa y caritativa del Estado Español, frente al consorcio y la izquierda abertzale.Hace unos días se recordó a Isaías Carrasco, asesinado por aquellos con los el presidente del PSE negocio, y es posible que este personaje estuviese presente., poniendo una vela a Dios y otra al diablo.

Al final de este tortuoso camino, saldremos victoriosos, honrando a nuestros muertos y señalando a esos ocultos verdugos, que usurpan muestran libertad y se sirven de ella para enaltecer su ego victorioso por considerarse negociadores de nuestra libertad, con el consorcio asesino.

Mendicidades adornan a esos que se dan en llamar socialistas y dicen representar a tal partido en Euzkadi, ellos con sus nefastas conductas se han hecho acreedores del desprecio de quienes supimos luchar por la libertad sin concesiones ni ruindades, como las efectuadas por un gobierno innoble y falaz.

No sirven discursitos memos, para quedar bien invitándoles a condenar la violencia y participar en la vida pública y las instituciones democráticas. No. Hay que advertirles que van ha ser perseguidos y acorralados hasta acabar con ellos en la cárcel y fuera de todo acto contemplativo. Este es el camino y el discurso…Lendakari.

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