Cuantos MUERTOS más serán necesarios para manifestar la imprudencia y temeridad de esta casta política y hacer que la sociedad civil, avergüence al gobierno y le haga desistir de una contienda que no tiene visos de ninguna utilidad, salvo rearmar el belicismo estadounidense.
Los soldados de España están vendidos a su suerte. Material de escasa seguridad, sin moral y atados ante las invasiones de los talibanes. Tiene orden disparar solo defenderse. Así, con esa de falta de decisión, son meros elementos armados de disuasión. Una guerra que no tiene un objetivo claro, ni definido solo especular y no salir derrotados, muertes de personas, gastos injustificados, en una misión mal concebida y peor tratada.
Un ejercito a medio camino entre una ONG, y un batallón de instrucción, sin ideas claras del porque están allí, sin una motivación, ni tan siquiera humanitaria, carentes de objetivos, sin ese carácter de defender a la patria y sus intereses. Hombres y mujeres profesionalizados, de quienes la ciudadadania, cada vez esta más alejada por incomprendidos y sospechosamente manipulados por el repelente orden global. Que hacen de ellos, marionetas pagadas en mejor o peor cuantía.
Un ejército desacreditado por unos políticos, que desasistieron su deber de formar y respetar esa institución. Responsables políticos que buscaron en el ejercicio de su responsabilidad y mando, el brillo político y personal, han desmoronado una fuerzas militares, abocadas al desarraigo entre la población civil. Un ejército con unas instalaciones y vehículos obsoletos, en constante truque, especulando con los terrenos e instalaciones.
Se han preguntado, cuantos hijos de diputados están en esa cruenta misión, cuantas madres parlamentarias lloran la despedidas de sus hijos. Cuantos hijos de influyentes ciudadanos tienen a algún familiar, dando la cara por defender los intereses de los de siempre. De esos “señores” que deciden cuando comienza y termina una guerra. La historia es siempre la misma. Recuerden, Irak, o la impresentable actitud de las Naciones Unidas, con Líbano, mirando para otro lado, hasta prácticamente su destrucción. Después reconstrucción, cemento, hierro, ladrillo, para provecho de esos traficantes, de orondas barrigas, convertidos en mecenas a costa de los más débiles.
Ellos rearman los conflictos y luego los mas necesitados, los más infelices acceden a este ejercito, tan mal trato por los políticos, para buscar una salida a sus vidas y mantener con cierto decoro y dignidad su persona, dada la difícil situación que viven.
Ni tan siquiera el presidente de España, él que da las ordenes políticas de jugarse la vida, más allá de nuestras fronteras, ni el jefe del Ejercito Español asistieron al funeral de un soldado que dio su vida para satisfacer, el compromiso del Gobierno de España, con la OTAN, los Estados unidos y sus aliados.
No hace tanto escuche decir a un soldado de los de Bosnia: “Prefirió la caridad y morir mendigando, que perder la vida defendiendo algo que no comparto ni me motiva.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario