El Hospitalillo de San Jose y la arquitectura no conservada en Getafe

Lamentándolo; Getafe no cuenta con edificios, que nos muestren su pasado. Edificios o recintos públicos donde poder perderse y dejar volar la imaginación, liberando del olvido a personajes que habitaron esos recintos, plenos de historia.

Con la excepción del Hospitalillo, que aún conserva el aroma del pasado, si bien ha sido reconstruido, nos permite gozar de cierta tranquilidad, en su pequeño y recoleto patio –jardín interior. Lástima que este lugar sea tan poco reconocido por lo que representa y tan mal tratado. No guarda relación histórica con el uso que se presta y no deja de ser unas dependencias más del ayuntamiento. Hace un par de años se cumplieron cinco siglos de su fundación. Aún hoy, perdida o más bien robada su identidad, convendría regenerar ese lugar, dotándole de actos culturales, alejados de espectáculos seudo-culturales, musicales, donde se corre el riesgo de convertir ese espacio único, en una pocilga, dado el consumo de bebidas que lo único que propicia es el hacer caja, es incomprensible que se habiliten los patios interiores para montar barras de bar, y servir bebidas. Es aberrante permitir ese atropello poniendo como excusa, no se que festival, no se cultura, cuyos patrocinadores, además de cobrar la entrada negocian con el espectáculo.


Exigir que se respete de manera escrupulosa el recinto, ante esa previsible actuación urbana colindante y que no sea presa de la codicia de los especuladores. Existe un proyecto de reacondicionar, y construir en el entorno. Esperemos que la piqueta y el directorio expropiador, no encuentren facilidades para desmoronar y dejar en el olvido, cinco siglos de historia. O que al menos la sensatez y el respeto hagan posible una honrosa integración. No va ha ser fácil. Por eso; y ahora más que nunca, ha esos grupos de promotores y constructores, (entre los cuales se encuentra el mencionado en el debate del estado de la nación, por el presidente del gobierno, “Grupo Antolin”,) impedirles que actúen en complicidad con el directorio expropiador, buscando un dinero fácil, a costa del patrimonio cultural de Getafe. Es responsabilidad de los patronos de la fundación alertar y ser vigilantes con el proyecto, debiendo de dar cuenta de ello a las autoridades competentes en materia de patrimonio histórico.


El franquismo tardío, en aquella efervescente etapa de industrialización, y pretendiendo magnificar esa progresiva mejora ciudadana, puso en marcha la piqueta.Sin miramiento destruyo edificios públicos con un alto valor de identidad arquitectónica. Los edificios institucionales, en especial los ayuntamientos, se vieron derribados, por una falta de sentido cultural y patrimonial. Aquí en Getafe se dieron muestras de esa barbarie, no solo con el consistorio, también con edificaciones civiles. Un ejemplo la desacertada actuación del palacio casa del Cónsul, y la fachada en la calle Madrid del colegio de las Ursulinas, por cierto, como han permitido ese desatino en la calle Sevilla y en cambio mantienen esa indecencia en la calle Madrid, la del edificio Garbayo.Otra barbaridad fueron los derribos de la iglesia de San Sebastián, que fue una forma de especular con la incipiente actividad urbanística, y que decirles del desmoronamiento del Lavadero un edificio con tanto arraigo. Este edificio fue posteriormente una guardería o escuela infantil y fue muestra también de cierto chantaje a las constructoras.Con la llegada de los llamados ayuntamientos democráticos el expolio no estuvo ausente y se pervirtieron espacios de esparcimiento social, permutándolo por otras haciendas, caso de los escolapios: la huerta y jardines, y los edificios aulas de la calle Felipe Estévez, Paseo Pablo Iglesias.. habilitado en parte para un chiringuito hostelero. Pero lo más indignante y que es una muestra de la torpeza e ignorancia y que debe de figurar en los anales de la historia, se produjo con la clausura del cementerio antiguo, llamado de la Concepción. En ese sacro lugar, lo que hoy es la plaza Juan Vergara, existía la primera iglesia de la localidad y fue derruida para habilitar un aparcamiento soterrado.

Es de desear que se respete y dignifique el edificio con mayor antigüedad de la comunidad de Madrid, me refiero al hospitalillo de San José, que mando construir, personaje tan ilustre como fue Don Alonso de Mendoza.



FANEGAS DE LA ALHÓNDIGA.

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