Sus distinguidas señorías....

Cada día que amanece, que diría Bono el de la Mancha. La casta política, esos que dicen representar a la soberanía del pueblo, nos muestran sus caprichos, para regocijo y solaz entretenimiento de sus gobernados.

En esta ocasión en el Senado, lugar donde ponen sus posaderas los “lanceros” y escuderos del caudillismo autonómico, nos alegra el día y la noche, comunicando su logro de permitir hablar y comunicarse en ese excelso lugar, en las diferentes lenguas o idiomas sublimes de la España peninsular e insular. Para ello han creado un número de puestos de trabajo, interpretes, con cargo a las arcas estales, cuyo costo estimado esta entre 850 mil euros y 1,5millon de euros. Este propósito de sus graciosos senadores, no se si dará solución al paro, lo seguro es que aumentara el gasto público. Esto suena a memez caprichosa, comparable con las saunas y métodos de relajación in situ y los bienes tecnológicos de que disponen sus señorías, para hacer de la parodia representativa, más llevadera ,menos cargante y no se agrieten las culeras de senadoras y senadores, tan sensibles ellas y ellos .Esto les retrata como descosidos funcionarios, que les importa un pepino el sentir y el sufrimiento de los millones de desempleados y ciudadanos que mal viven cada día que amanece por las insensateces de esos (en esta ocasión) senadores, para muchos ciudadanos saqueadores. Que con sus dislates están haciendo de España, feudos propios donde pacen los caudillos, y a sus habitantes meros instrumentos de chantaje y propaganda, siervos al servicio de esa casta.

Poco debe importarles que esas regiones que gobiernan tengan porcentajes que alcanzan el 28 y 30 por ciento de paro, que estemos viviendo el pavor que produce el conocer como se cierran cientos de pequeñas y medianas empresas, negocios familiares que mal viven, al borde de la ruina, con su patrimonio personal hipotecado. Que la mentira y la corrupción sea el pan nuestro de cada día.Ellos a lo suyo a despilfarrar y presumir. Nada les importa más que, saborear el gusto representativo del despilfarro y el ridículo escénico.
Posiblemente esta estupidez, compartida y refrendada por socialistas, nacionalista y regionalistas, contribuya a elevar la autoestima de esos senadores tan devaluados por sus comportamientos, eleve el nivel cultural, el acervo lingüístico e idiomático, y con ello difundir la excelsa identidad de los pueblos que dicen representar, donde curiosamente sus habitantes se entienden y sin problemas hablando la lengua común a todos, la Española.

Ya de “po si” es triste tener que escuchar la inocente voz de unos niños pidiendo a sus padres poder estudiar en español. Es bochornoso que la representación del caudillismo autonómico, haga propaganda de ello, agregando lo de bilingüe. Claro; les resulto chafado de plano aquello de aprender y estudiar en catalán. Si tuviesen un atisbo de vergüenza emigrarían buscando otro lugar donde poder alimentar tanta tontería, tan cara….tanta ridiculez.

Propongo que lo que representan, el Senado, se desmantele e instale en otras ciudades de España. Descargando a los madrileños de esa cosa tan ridícula, como innecesaria y al mismo tiempo dar identidad y prestigio a la ciudad que los acoga.Otra forma, seria hacerlo de forma itinerante, cada año en distinta ciudad.
Fanegas de la Alhondiga.

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