Es loable ese deseo, pero para ello, se deben articular elementos y formas de manera transparente y clara, y asumir con ello las responsabilidades derivas de esa iniciativa. No es presentable ni digno políticamente, cuando se habla y escribe sobre gestión municipal, transferir los riesgos y demandas públicas, a las empresas, gestoras o cooperativas, cuando sobre ellas esta la concesión de un bien público, estructurado jurídicamente y socialmente por el gobierno municipal. Como entender que se de el visto bueno a gestoras y empresas fundadas para la ocasión, sin valorar los riesgos, y la solvencia de sus promotores. Quienes elaboraron el pertinente informe de la demanda de plazas, no sopesaron las difíciles condiciones económicas existentes. Y lo que es más grave y difícil de digerir, que los promotores, o directivos de alguna cooperativa, tengan vínculos directos con la concejal de urbanismo y obras. En este punto se quiebra la transparencia y se da paso a todo tipo de especulación. De todos es sabido, pero de forma especial los vecinos implicados en los aparcamientos, las dificultades y sobresaltos que les esperan para dar solución a esta impresentable situación, de la que son ajenos. Recuperar la concesión administrativa por parte del ayuntamiento, es proceder a destinar recursos económicos y humanos que corren por cuenta del contribuyente, es decir de los vecinos de Getafe, que sin verlo ni beberlo se ven obligados a sostener y salir al rescate de ese clamoroso fracaso. Cuanto va a suponer poner al día y reactivar las obras. Esperemos que tras la reunión informativa prevista, aclaren la situación real y no alimenten falsas esperanzas, con patrañas y medias verdades. No conviene alardear de que si la plaza, va a ser de por vida, ni decir que su coste será de 18.000 mil euros. Esto no es otra cosa que distraer y ocultar la realidad. Háblennos de los riesgos y de quien va a avalar, los dineros necesarios. Quienes van a gestionar esos aparcamientos ¿los mismos fracasados? Otra pregunta, que precio se ha pagado o esta previsto pagar por la no realización del aparcamiento de la calle Valdemorillo. No debería de salirles gratis a quienes aprobaron esa obra con todas las bendiciones y ahora es un fracaso más de una política elaborada desde el personalismo y la arrogancia, con fines y objetivos especulativos. Respondan. ES MUY SIMPLE, CUANTO ES EL COSTO DE ESE FRACASO, QUE VAMOS A PAGAR TODOS LOS VECINOS DE GETAFE.
No es fácil convencer y concienciar de la necesidad de recuperar las calles para el disfrute de los ciudadanos, hacer de la urbe algo mejor tratado que hasta ahora, desvinculando el vehículo de esa necesidad imperiosa de su uso cotidiano, logrando con ello un entorno más saludable y armonioso. Eliminar en lo posible su presencia requiere talento, para no levantar sospechas tendentes a la especulación del suelo público y mostrar esa actuación como una forma de verse obligado a alquilar o, a comprar una plaza dependiente de ese llamado plan estratégico de aparcamientos. Y esa dificultad se agranda cuando se ejercen políticas que desoyen la opinión del vecino, que es parte integrante del problema y de la solución. La eliminación de las plazas en superficie, obliga a un desembolso económico que no todos pueden costear por su alto precio. Es necesario un plan que posibilite la utilización de ellas en alquiler a un precio asequible, erradicando el concepto de propiedad, que posibilita el negocio o inversión. Existen barrios con déficit de aparcamientos subterráneos, pero también cantidad de ellos están sin cubrir las plazas por su alto costo. Los promotores podrían arrendarlos en concurso con el ayuntamiento. Articulando formulas para que el desembolso medio de 90 euros mensuales, no agrave las dificultades económicas que atravesamos. Es mucho el dinero ingresado por los impuestos gravados al vehículo, empleémoslos en solucionar los “problemas” que deriva su presencia en las calles, en especial aquellas que se les aplica el trato de “peatonales”.
Fanegas de la Alhóndiga.
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