Ponle freno

Un medio de comunicación tuvo la acertada idea de poner en marcha una campaña de concienciación y denuncia respecto a los accidentes de tráfico. El slogan no puede ser más significativo “Ponle Freno” a los accidentes. Según sus propias afirmaciones los resultados son más que satisfactorios. Lastima que al final, ese medio se sirva de esa llamada de interés general para promocionar ciertos productos relacionados con la conducción. Me refiero a esos radares u aparatos que te advierten de tal o cual peligro en la carretera.

Algo así deberíamos entre todos poner en marcha. Una campaña de denuncia para poner freno a esta galopante y desmedida corrupción, de cargos públicos, de estamentos y entidades tanto públicas como privadas. No hay día que amanezca que no nos desayunemos con algo relativo a la apropiación indebida de bienes públicos, abusos, recalificaciones, aportes de dinero a los partidos, o a sus administradores, cajas B, chantajes y espionajes para controlar el poder y mantener la hegemonía cueste lo cueste. Con más o menos correas se atan prebendas y se embridan a castos y puros políticos. Políticos que abusan del poder que les otorga la partitrocracia, gozando de excelentes sueldos y disfrutando de lo último en tecnologías aprovechándose de esas tarjetas VISA o VIP que exhiben sin ningún pudor. Las entidades locales son en la mayoría de los casos las precursoras de esos desmanes. A cualquiera nos puede salir un familiar que nos ponga en evidencia, al aprovecharse de forma insospechada de lo que nos sirve para fines propios de nuestro cargo. Pero la pregunta es ¿Dónde esta el control? ¿Quién debe de controlar todo aquello que les es prestado para su digna función pública? Son los alcaldes y ediles, presidentes autonómicos, que llenos de ambición, alientan y contribuyen a los manejos con constructoras y elementos perniciosos, apoyando y accediendo a recalificaciones y expropiaciones, donde la especulación y el amiguismo esta presente. Las concesiones y externalización de servicios públicos, empresas que tienen vínculos con algún miembro relacionado con la aristocracia partidista.

La deuda acumulada por los ayuntamientos año tras año es intolerable y entre todos deberíamos de ponerle freno. Muchos de los ciudadanos ajenos a la vida local asisten indiferentes a esta malsana forma de administrar la hacienda local. Pero son conocedores de situaciones que sonrojan e hieren. Ejemplo: El ayuntamiento de Getafe tiene por la gracia y designación política cincuenta y dos cargos de confianza... De esos cincuenta y dos los hay con más de veinticinco años de antigüedad. El dedo benefactor del alcalde lo posibilita, de esa forma y manera acopla en el consistorio a personas provenientes de la empresa privada, eso si con antecedentes franquiciados del partido gobernante y la añadidura de ex concejal. Otros compatibilizan su cargo con la presidencia en fundaciones subvencionadas, por el ayuntamiento. Asi pues manejan a su antojo esas prebendas municipales. Si observamos quienes son los agraciados con la adjudicación de obras municipales, o con esa denuncia por permuta de terrenos y recalificaciones, no llega a sorprendernos que sean conocidos y cercanos al poder. Es más; esas empresas patrocinan al club de futbol, su nombre empresarial esta impreso en las camisetas. El club Getafe SAD, ha recibido del ayuntamiento hasta la fecha cerca de cuatro millones de euros en subvenciones en lo que va de temporada. Ante esto ni una voz critica desde la oposición. Pero lo más sangrante y esperpéntico propio de tiranos y que demuestra lo obsceno de este alcalde y sus serviles, es la estatua sobre pedestal erigida al presidente del club. Es decir, a una empresa privada, la beneficia y además promociona la figura de su presidente. Si nos interesamos por los componentes directivos del mencionado club, vemos que sin excepción todos tienen algún vínculo con el poder local, constructor, intermediario de terrenos rústicos o urbanos y una larga y extensa gama de cercanos.

Entre tanto, éste alcalde arremete contra la Comunidad reclamando mejoras sanitarias y gastando dinero en pasquines y cuñas publicitarias alentando a los ciudadanos contra la Comunidad. Despide a monitores, sube los impuestos, incrementa el precio de actividades culturales y deportivas, gimnasia de mantenimiento, externalizando sus servicios y privatizándolos. No aplica la ley de dependencia, etc. etc.,..

Resulta repugnante que el presidente de la FEMP, alarde de su gestión como alcalde en los medios de comunicación, y asombra que nadie denuncie sus desmanes y despropósitos. Que responda de esas deudas acumuladas, del amiguismo y el enchufismo, que él promociona y sostiene.

Pongámosle freno a la corrupción, denunciándolo.


Fanegas de la Alhóndiga